La boda de Victoria y Raúl en el Hotel Alma de Pamplona fue una celebración inolvidable llena de emoción, estilo y momentos auténticos. Rodeados de su familia y amigos, los novios vivieron un día perfecto, donde cada detalle reflejaba su personalidad y su historia de amor.
Tuvimos la suerte de acompañarles desde los preparativos hasta la gran fiesta final, capturando cada sonrisa, mirada y abrazo. El Hotel Alma de Pamplona ofreció un entorno elegante y moderno, con espacios llenos de luz que realzaron cada momento de la jornada.
La organización impecable de Itziar, de “Érase una boda”, hizo que todo fluyera con naturalidad. La decoración, cuidada al milímetro, combinó a la perfección con el estilo sofisticado de los novios. Cuando llegó la noche, la fiesta alcanzó su punto más alto con la Hora Loca, una explosión de color y energía.
Antes del gran día, realizamos la sesión de preboda en Zumaia, un entorno mágico junto al mar donde Victoria y Raúl demostraron su complicidad frente a la cámara. Las imágenes de esa tarde, entre acantilados y atardeceres dorados, son el reflejo perfecto de su amor.